... que cierra el primer bloque del libro, el de los poemas más "madrileños":
LA LOCA CELESTE
Lloraba quitaesmalte y escupía albatros
en los más fríos jardines de un palacio a medias.
Y en su anhelo de almendras, en su duelo quebrado,
advertía:
no habrá ya veranos ni epopeyas
si dejáis que se maten los ancianos,
si dejáis que se mueran los poetas.
(Pintar de azul los días laborables; pág. 24)
No hay comentarios:
Publicar un comentario