En la maravillosa mesa central de Antígona, quizá lo más parecido al Paraíso
En la estantería de novedades de poesía de los Portadores de Sueños, ese abismo
Y en mi librería favorita, Cálamo, de la que no tengo foto esta vez:
Además, por lo que veo en las imágenes, siempre al acecho del más grande, que ha vuelto con Blanco roto; mi querido Juan Marqués.
Qué hermoso es pasear por las librerías de Zaragoza. Qué bien se siente uno, qué a gusto... ¡y qué pobre!
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