En las últimas fechas me ha causado sorpresa y me ha hecho ilusión verme en estos dos blogs, constatar que la gente se hace con mis libros, los lee, los defiende, le gustan...
Que mis poemas siguen navegando, llegando a orillas donde alguien los recoge; alguien a quien alguien le ha dicho que merecen la pena, que pruebe a probarlos.
Y me gusta pensar que esos poemas, hace año y medio, no habían salido de casa, no conocían otros ojos que los míos, otro papel que los folios sueltos, mis tachones y mis huellas dactilares, y no se creían merecedores de mayores atenciones que las de su progenitor.
Ahora ya os conocen.
Que mis poemas siguen navegando, llegando a orillas donde alguien los recoge; alguien a quien alguien le ha dicho que merecen la pena, que pruebe a probarlos.
Y me gusta pensar que esos poemas, hace año y medio, no habían salido de casa, no conocían otros ojos que los míos, otro papel que los folios sueltos, mis tachones y mis huellas dactilares, y no se creían merecedores de mayores atenciones que las de su progenitor.
Ahora ya os conocen.