jueves, 31 de mayo de 2012

EL MAR EN EL BUZÓN (VI)



La habitación se mece cargada con palabras. Pensamos que podían estallar los pulmones; han caído a la almohada como peces. Hablar de vientos limpios que levantan los labios, de la suerte de ser invulnerables, de nuestro parentesco con dioses olvidados. Que nada tiene nadie a cambio de los hechos.

Lo ya dicho mil veces cuajaba en los muñecos, en la ropa doblada, como un billete roto cada frase. El ácido sonido de la nieve, que desclavija sueños. Hacer un cuenco de aire con las manos, un hueco en la corteza del árbol rumoroso. Y decir en voz baja, dentro del agujero, de qué no respondemos, que queremos que ocurra esta mañana.

Ha salido a tocar los primeros peinados. El frío de los coches; las baldosas perfectas. Cuando llame a la puerta traerá el humo del día, los pasos con que se hacen las paredes.


(Así comienza El mar en el buzón, mi nuevo poemario, que ya es realidad y tengo en mis manos. Estaré firmándolo en la Feria del Libro de Zaragoza, en la caseta de la Asociación Aragonesa de Escritores, el miércoles que viene, 6 de junio, de 18:00 a 21:30)


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