jueves, 25 de abril de 2013

DÍA DEL LIBRO

Me gusta mucho el 23 de abril en Zaragoza. Por los libros. Me gusta ver el Paseo Independencia lleno de libros, y de nombres de editoriales y librerías en grandes lonas sobre los porches, y de gente que se acerca a ver y hasta comprar libros y llevarse claveles, vino o borrajas de regalo. Y de autores conocidos, amigos y/o admirados, hablando con sus lectores, conociéndolos, preguntándoles cómo se escribe su nombre para firmarles su última novela o poemario.

Estuvimos un par de horas pasando entre las mesas. Nos hicimos con Tanga y el gran leopardo, firmado por Roberto Malo y el ilustrador David Laguens, visitamos a José María Pérez Collados y Olga Bernad en la mesa de esa aventura tan hermosa y valiente que es Nuevos Rumbos, y nos hicimos, además de una foto, con la nueva novela de Olga, El buen amor, primer libro dedicado expresamente para nuestra biblioteca.



También compramos y regalamos a Paulita su primer libro de poemas, Versos de colores, para que se lo lean sus padres, y que lo primero que empiece a escuchar, rime. Finalmente compramos En la orilla, de Rafael Chirbes, y la nueva novela de Miguel Mena, Todas las miradas del mundo, deseosos de hincarle el diente.

Y ya no más porque en los últimos meses habíamos adelantado trabajo, y ya teníamos esperando para ocupar las estanterías de nuestra nueva casa, algunos leídos y otros por leer, La hora violeta (Serio del Molino), 31 poemas (David Mayor), Visible como el aire, legible como la muerte (Mohsen Emadi), Poesía completa (Zbigniew Herbert), Saliendo de la estación de Atocha (Ben Lerner), Absolución (Luis Landero), Con la sola certeza (E. Cebrián Zazurca), El jardín colgante (Javier Calvo), El luminoso regalo (Manuel Vilas),...

Hay que leérselos todos antes de junio, que viene la Feria del Libro!

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